viernes, 5 de febrero de 2016

Las Grandiosas Vacaciones de Ginger

Amigos, esperando que se encuentren bien y deseándoles un excelente fin de semana, les dejo en la entrada del día de hoy, un proyecto de libro para pre adolescentes respecto a una gatita muy bella y consentida. Esta historia está en bruto, ya que aún no lo corrijo bien, espero lo lean y les agrade.

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    Pues si, he decidido tomarme vacaciones, yo creo que un mes o dos, me será muy fácil encontrar alojamiento debido a mis encantos.
     ¿Qué como me llamo?,  bueno, me han nombrado Ginger por mi cabello, suave, sedoso, brillante y semi anaranjado. Ah, lo olvidaba, soy un gato, no uno cualquiera. Verán, tengo la capacidad de controlar el subconsciente humano, solo en parte, la mayoría de las veces para mi propio beneficio. No me mal interpreten, por ejemplo, mi ama, la Javi que por cierto es una jovencita bien perturbada, tiene una mente un tanto frágil.  Mientras duerme le hablo y le pido cosas como por ejemplo, “no olvides la lechita calentita para Ginger cuando te levantes”, “no olvides cepillar el sedoso cabello de Ginger”, “no olvides pasear a Ginger por el parque al atardecer”, para mi suerte todo eso funciona a la perfección, excepto cuando intento calmarla de sus problemas de la vida diaria, mi poder en ese caso no funciona, siento que esta muy estresada, se queja cada vez que llegamos a casa, que la compañera de trabajo, que el novio inmaduro, que su hermano idiota y mantenido, que su padre enfermo, ¡Dios mío!, yo adoro a la Javi, es una ama muy delicada y preocupada,  pero no soportaré por mas tiempo sus quejas, me ha hecho incluso enfermar del estómago.
   Por esto mismo, como les comenté anteriormente, he decidido fugarme uno o dos meses,  me iré a la China, se que es peligroso, pero necesito respirar un tiempo y dejar sola a Javi, ella lo necesita, y yo también, he preparado un bolsito con mi cepillo de dientes, un sonajero, mi cepillo de cabello y mi pequeño osito de peluche, lo llevaré en mi cuello y saldré sigilosamente de madrugada, mientras Javi, su hermana Paula y los vecinos duermen.


Cap I “La huida”
Ok, todo listo en mi bolso, debo ir a controlar el subconsciente de Javi, para que no me busque al menos por un tiempo.
-          Javi, habla Ginger, me iré de vacaciones por un tiempo, no me busques, yo volveré a ti, tampoco estés triste, ten mucha paciencia, no olvides que te adoro ama mía, pero necesito un respiro.
Ginger lamió la mano de su ama a modo de despedida, y salió por la venta de la cocina con su bolsito al cuello, mientras corría, un gato negro de ojos azules  la detuvo en la reja del edificio en donde vivía.
-          Mmmm… ¿Dónde vas a estas horas preciosa Ginger?
-          Sherlock…me asustaste, voy…a dejar estas cosas a mis amigas de la calle.
-          ¿Estás segura pelirroja?, ¿no estarás pensando en huir?
-          Jajaja, claro que no Sherlock, simplemente voy a lo que dije.
-          Pues entonces te acompañaré, no permitiré que una dama tan fina como tú ande sola por las calles de madrugada.
-          No Sherlock, yo puedo sola, déjame por favor.- tendré que controlar su mente, como lo hago con otros animales.- Bien Sherlock, acompáñame, pero antes, tráeme uno de tus sonajeros para mis amigas de la calle, te lo agradecerán.
-          Muy bien preciosa, voy y vuelvo.
Esta es mi oportunidad, debo correr como nunca. Ginger corrió y corrió, hasta que el cansancio recorrió su cuerpo y se refugió en una caja de cartón en un pequeño parque. Al otro día, despertó y se encontró rodeada de perros callejeros hambrientos. Gracias a Dios podía controlar a animales con inteligencia inferior a la suya.
-          Lindos perritos, síganme, los llevaré a un lugar lleno de comida, mucha carne y galletas para morder.
    Ginger tan inteligente, hizo correr a esos perros vagos por cuadras interminables, hasta que acabaron debilitándose, mientras ella seguía corriendo.
-          ¡Pero que cansancio!, creo que he perdido unos kilos con tanto ejercicio, pero que veo, ¡no lo puedo creer!, he llegado a la China, pero que manera de haber cosas y tiendas, y lo que es mas obvio ¡Chinos!, jejeje, que ojos mas rasgados, ah pero que es esto, gatos que mueven la manita, había visto eso en la televisión, dicen que son para la fortuna..- De pronto se acercó a Ginger una gata Tuxedo muy hermosa.
-          Hola pelirroja, mi nombre es Kumiko.
-          Hola Kumiko. Mi nombre es Ginger ¿eres de por aquí?
-          Claro, soy del barrio chino, ¿tu de donde vienes?
-          Pues no me lo creerás, pero vengo del otro lado del mundo, muy diferente a este, ¡oh Dios!, mi estómago esta rugiendo, ¡jamás me pasó!
-          Jajaja, Ginger, eso significa que tienes hambre, ven conmigo, mi amo nos dará algo de comida.
-          Claro, muchas gracias Kumiko.
    Llegamos a un lugar muy amplio, al parecer era un restaurante Chino, ¡siii!, como la verdadera China, con Budas, lámparas rojas de papel, y gatitos mueve manos. De pronto un hombre de ojos rasgados saludó a Kumiko con un cariño de manitas, y a mí también, que ternura de Chinito.
-          Hola Kumiko, veo que traes a una amiguita. Pero que hermosas se ven ambas, les prepararé un poco de galletitas con atún ¿Qué les parece?
-          Me parece maravilloso Shen, eres lo máximo...- le lamió la mano.-
-          ¿Kumiko, es tu amo?
-          Claro que sí, tiene este maravilloso lugar, en donde vienen personas de todo el planeta a probar su rica comida.
-          Wow, que maravilloso amo el que tienes.
-          Y tu Ginger ¿que es de tu amo?, por tu apariencia cuidada y el  collar con nombre, no creo que seas callejera.
-          No lo soy, como te dije, vengo del otro lado del mundo y mi ama es una jovencita muy tierna, educada, cuidadosa, es solo que…
-          Ya se, estabas aburrida y agotada con ella ¿verdad?
-          Si, yo la adoro con la vida, pero es tan frustrante, incluso intenté hablar con su subconsciente, pero me fue imposible controlar esa parte de ella.
-          Claro, yo ya no hablo con el subconsciente de Shen, él ya realiza todo lo que necesito sin pedírselo, pero Ginger, esa parte humana de las frustraciones no se puede controlar, imposible.
-          ¿También hablas al subconsciente?

-          Todas las gatas tenemos ese don, los gatos no, aunque a veces unas gatas tienen mayor poder  que otras.

Continuará...